Llego el día.

Solo faltan horas y la ansiedad es insostenible. Desde que Sabella dio la lista de 30 que no puedo parar de pensar en este dia, el dia en el que la pelota va a empezar a rodar. Este es nuestro mundial, siento que este es el año en el que muchos le van a tener que pedir perdón a Messi por no haber creido en él, siento que le vamos a tener que pedir disculpas a cada uno de los defensores por haber dicho que no estaban a la altura de la selección.

No puedo terminar de escribir esta entrada sin que se me venga la imagen de Diego levantando la copa, sin acordarme de Mascherano dejando la vida en cada pelota, sin hacer memoria de los goles del Kun y el Pipita en Europa, sin volver a imaginarme una clase de química que intente explicar la capacidad pulmonar de Di Maria y otra de física que refute cada una de las leyes con una jugada de Messi.

Hoy es el día, y hasta ayer habia 4 cuadras de cola para ver el entrenamiento de la selección, pero no era una cola esperada y normal, era una cola de Brasileros que venian a ver a nuestros 22 Argentinos y a ese pibe de otra Galaxia, que tambien se quizo poner la celeste y blanca. 

No puedo contener esta ilusión que se viene gestando hace 4 años, probablemente los jugadores nunca lean esto pero quiero dejarles escrito que los llevamos en el corazón y que confiamos en que no se van a guardar nada. Que van a jugar por ellos y por nosotros, por este país que amamos, con sus defectos y sus virtudes, pero que tiene algo que soporta cualquier debate, que le gana a cualquier crítica, que no se puede medir y que se trae desde quien sabe cuando, esa pasión hermosa e inexplicable, llamada Fútbol. 

Vamos Argentina!